lunes, 18 de mayo de 2015



LA VERDADERA DEMOCRACIA

Por ALFREDO VARGAS ORTIZ


Desde el inicio de mi existencia en la comunidad académica de la USCO, otrora  como estudiante, como asesor jurídico y ahora con el honroso cargo de docente de planta de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, en donde desarrollo actividades de investigador y gestor social con proyectos de proyección social, he pensado que si existe un lugar en donde es posible materializar el ideal de la democracia es en la Universidad, y esto es cierto, pues en ella se encuentran los más ilustrados ciudadanos y ciudadanas, pues en términos claros quien pertenece a la comunidad académica de la USCO, es una persona excepcional pues su acceso a esta comunidad se rige ante todo por sus méritos académicos, de allí que sea connatural a su existencia, las prácticas de participación democrática  entendida como un ejercicio que se supone debe ser en esencia un acto de absoluta responsabilidad, pues esta comunidad tiene claro que al decidir por quien nos representa no estamos haciendo cosa distinta que delegar la tarea, sin menospreciar la ardua labor del trabajo colaborativo y por supuesto, de seguimiento en la ejecución de las propuestas que surgen de nuestra iniciativas o de las del representante.

Sin embargo, lo que nos enseña la experiencia es que tenemos mucho que mejorar y perfeccionar en nuestra universidad, si bien existen casos ejemplares en las elecciones, algunos de ellos, se han convertido en perfectos desastres en la administración, dado que son unos como candidatos y otros como administradores, o su experiencia e ingenuidad, no les ha permitido liderar la universidad más importante de la Región Surcolombiana. En otros casos, la elección en efecto, ha significado severos aciertos, pues dichos académicos con su coherencia entre fines y medios, han logrado posicionar a la universidad y sacarla adelante a pesar de las difíciles circunstancias que la rodea.

Toda esta experiencia acumulada durante los últimos 17 años de mi vida me lleva a concluir que las elecciones democráticas en la USCO, deben ser un referente a seguir por parte de la comunidad académica, dado el papel de referente social que tienen una institución de esta magnitud.

Por ello, el acompañamiento a estos procesos debe significar que al margen de elegir un excelente administrador o representante, gran parte de los problemas que tenemos en la universidad no se solucionan con el simple hecho de realizar una participación democrática, sino que por el contrario, es necesario la profundización de la democracia, lo que implica transcender la democracia representativa y participativa que son importantes, y lograr junto con ellas, una democracia deliberativa, en donde sean los argumentos académicos y científicos los que orienten la toma de decisiones que nos afectan.

El modelo de deliberación, planteado en la ética del discurso (K.O.Apel y J.Habermas 1985), plantea que “Sólo pueden pretender validez las normas que encuentran (o podrían encontrar) aceptación por parte de todos los afectados, como participantes en un discurso práctico. Por ello es necesario que se apliquen las siguientes reglas, 1. Cualquier sujeto capaz de lenguaje y acción puede participar en el discurso, 2. Cualquiera puede problematizar cualquier afirmación 3. Cualquiera puede introducir en el discurso cualquier afirmación 4. Cualquiera puede expresar sus posiciones, deseos y necesidades. 5. No puede impedirse a ningún hablante hacer valer sus derechos, establecidos en las reglas anteriores, mediante coacción interna o externa al discurso.” (J.Habermas,1985).


Orgullosamente Docente Fac. C. Jurídicas y Políticas USCO.


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